TEMPLO DE DIANA.
Localización.
"El templo es de planta
rectangular con pórtico hexástilo -de seis columnas-, rodeado de nuevas
columnas periferia. Tienen un tronco acanalado y están coronados por capiteles
corintios . Se acabaron con estuco y se pintaron con un color de mármol rojo.
Colocado sobre una base o podio de 3 m. de altura se podía llegar a través de
unas escaleras que no sobrevivieron".
Postales antiguas del Templo de Diana.
Templo romano de Diana, en Mérida
Otra vista del templo de Diana.
Grabado en placa de cobre, realizado en el año 1812, editada por el
conocido Marqués de Laborde. dibujado por Liger
y grabada por Réville & Langrois.
Templo romano construido en el siglo I d. C. en la ciudad de Augusta Emérita, capital de la provincia romana de Lusitania, actual Mérida.
El templo fue erigido cuando la
fundación de la ciudad, en época del emperador César Augusto, por lo que es uno
de los edificios más antiguos de la colonia romana.
Desde 1993 está declarado
Patrimonio de la Humanidad como parte del Conjunto arqueológico de Mérida.
El Templo de Diana de Mérida se levantó en el foro municipal de la ciudad romana siguiendo la configuración habitual de los templos clásicos grecorromanos y es el único edificio religioso romano que ha perdurado en Mérida en un aceptable estado de conservación.
Posiblemente el templo estuviese
dedicado exclusivamente al culto del Emperador Augusto, no a Diana, como así lo
indican los materiales escultóricos localizados. Estos representan a miembros
de la familia imperial, al mismo Emperador Divino y al Genio del Senado.
Su estado de conservación
excepcional se debe a que, durante siglos, el templo sirvió de cimiento y
armazón del palacio renacentista del Conde de los Corbos, del que se conservan
aún algunas partes. En dicho palacio se ha habilitado un centro de
interpretación que desarrolla su contenido en torno a la importancia del
edificio en época romana y sus usos posteriores.
Situación.
El llamado templo de Diana estaba emplazado en lo que fue el foro central de Mérida, próximo al cruce de las dos vías principales de la ciudad, el cardo y el decumano, cuya línea sigue la actual calle de Santa Eulalia, y sería uno de los edificios monumentales que acotaron este espacio.
Dentro del espacio amplio del
foro, el templo se concibió con su propio recinto ajardinado, abierto al foro,
mediante un pórtico de pilastras y con dos estanques frente a las fachadas
mayores.
La construcción de planta
rectangular se eleva sobre un podio alto de 3,23 m revestido de sillares bien
recortados y dispuestos a soga y tizón, que remata con una cornisa moldurada.
Sobre este podio se eleva una columnata de la que conservamos poco más de la mitad
de las columnas, suficientes para ofrecer una visión general de su volumen
original. Es un templo períptero —es decir, rodeado de columnas— con un pórtico
hexástilo —seis columnas en su frente— y once columnas en los laterales
mayores. Las proporciones de su planta son 32 × 18,5 m, mientras que las
columnas tienen una altura de ocho metros.
Las columnas se apoyan sobre basas áticas y tienen el fuste estriado. Sobre los capiteles de orden corintio en algunos tramos pervive la viga del arquitrabe, cuyo adorno original podemos adivinar por algunos fragmentos recuperados en las excavaciones. No queda ningún resto de la cubierta original del edificio más arriba de este arquitrabe, si bien el hallazgo de algunas piezas sueltas hace suponer que el frontón triangular contaba con un arco de medio punto de descarga, hoy reconstruido y bien visible.
Todos los elementos se elaboraron en piedra de granito, extraída de diversas canteras de los alrededores de Mérida, pero el acabado exterior que ahora presentan es muy distinto al original. Irían recubiertos de estuco, como se ha podido comprobar en algunos sillares donde todavía permanece adosado al granito, con lo cual se disimulaba la tosquedad de esta roca y se perfilaban con más refinamiento los adornos de las columnas y los capiteles. Es posible incluso que el basamento fuera también recubierto de este modo, como hace suponer algún fragmento de estuco localizado en su superficie.
El interior del templo, la cella,
por ahora no se puede reconstruir. Apenas quedan algunos basamentos internos
que nos permiten entrever la división de este lugar sagrado mediante columnas y
la prolongación de su espacio hasta el primer intercolumnio lateral, de modo
que existió un pórtico de tamaño reducido en la parte delantera. Después del
derribo de algunas casas adosadas al edificio romano, se ha constatado que la
fachada principal estaba en el lado sur, donde se ha descubierto el arranque de
la escalinata del templo. Como parte del conjunto religioso, a ambos lados de
la fachada existían dos estanques con sus respectivos canales.5
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Enlaces consultados:
https://www.asturnatura.com/turismo/templo-romano-de-diana-de-merida/4170.html
http://www.spanisharts.com/arquitectura/imagenes/roma/merida_diana.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Diana_(M%C3%A9rida)
http://turismomerida.org/que-ver/templo-diana/
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