ACUEDUCTO DE SAN LÁZARO DE MÉRIDA
Localización.
El acueducto y termas de San Lázaro reciben el nombre por una
ermita que fue derribada a mediados del siglo XX y que estaba dedicada a este
santo. Este acueducto fue el más largo de la Colonia, de los dos constatados,
con más de un kilómetro y medio de longitud.
Para abastecer a la ciudad de Augusta Emérita, actual ciudad
de Mérida, se construyeron varios embalses y se captaron y encauzaron
manantiales hasta los acueductos correspondientes. A Mérida llegaban tres
acueductos: el acueducto Rabo de Buey-San Lázaro, el acueducto de los Milagros
y el acueducto de Cornalvo, que abastecían a los Castellum Aquae o depósitos de
agua. Recientemente, concretamente en 2004, se descubrió en una excavación en un solar de Las Abadías los
restos de una conducción romana de agua en un gran estado de conservación. En
un primer momento se identificó como un ramal del acueducto que arrancaba en
Proserpina y que en su tramo final se conserva con el nombre de Los Milagros,
pero la investigación llevada a cabo por la arqueóloga Guadalupe Méndez permite
concluir que se trataba de una instalación independiente, la cuarta que daba
servicio a la colonia romana junto con la citada y las de Rabo de Buey-San
Lázaro y Cornalvo, las tres conocidas hasta la fecha.
Las aguas eran
recogidas fundamentalmente de dos embalses, el de Proserpina y el de Cornalvo.
El acueducto romano de San Lázaro es una construcción para el
transporte de agua situado en Mérida que fue construido en el siglo I. Tiene
una longitud de casi 1000 metros. Es una de las tres conducciones que surtían
de agua a Emérita Augusta, que así se llamaba Mérida en la época romana y
salvaba la depresión del río Albarregas.
Forma parte del conjunto arqueológico de Mérida, declarado
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. Se ha datado su construcción
en el siglo I, en la ciudad de Emérita Augusta, capital de la provincia
Lusitania en el Imperio Romano.
En época de los Reyes Católicos se hace un nuevo acueducto ya
que era necesario para poder abastecer a una ciudad de Mérida que estaba en
continuo crecimiento en esta época. En el siglo XVI se levanta este nuevo
acueducto sobre algunas partes de la fábrica original de época romana.
No sabemos si el acueducto romano estuvo abandonado mucho
tiempo y cuál era su estado de conservación en tiempos de los Reyes Católicos,
pero en el año 1504 se restaura manteniendo todo el canal subterráneo original,
lo que permite sospechar que debía hallarse en relativo buen estado. Antes de
esa fecha debieron desmontarse casi completamente
las arquerías romanas que cruzaban el valle del Albarregas
(menos los tres pilares conservados frente al circo romano), pues en su lugar
se construyó un muro corrido con una concepción muy diferente por parte del
maestro de obras, el fontanero mayor del monasterio de Guadalupe. Mientras que
el agua en la conducción romana discurría por un canal con ligerísima pendiente,
en el del s. XVI el agua se conducía por cañerías de cerámica y plomo,
impulsada
Hoy nos referimos a este conjunto que comentamos como
Acueducto de Rabo de Buey - San Lázaro.
Esta conducción capta sus aguas a 5 km al N y NE de la ciudad
procedente de varios arroyos y manantiales como Las Tomas, Valhondo y Casa
Herrera. La conducción trascurre subterránea bajo bóvedas de medio punto y a
distancias regulares se abren unos registros a modo de pozos cuadrangulares,
tapados con pesadas losas de granito que sirven a su mantenimiento (reparación,
limpieza, salida de aire…).
Las Termas próximas al Acueducto.
Al pie del acueducto y a la orilla de la calzada que se
dirigía a Toledo y Zaragoza, se estableció esta terma para atender a las
personas viajeras que entraban en la ciudad y que se beneficiaba de la oportuna
vecindad del Circo, cuya afluencia masiva de público animaba ocasionalmente el
negocio. El tamaño reducido de las piscinas sugiere que el baño podía ser
individual o para dos o tres usuarios al tiempo. Razones higiénicas, de salud y
ocio convertían los baños en un hábito cotidiano ya fueran emeritenses o
forasteros. Conviene apuntar que la población residente en el campo se
consideraba igualmente de la ciudad y que acudían a esta por asuntos de
mercado, negocios o atraídos por las expectativas de los juegos públicos y por
otras posibilidades de ocio.
Aunque aún nos encontramos a cierta distancia de las puertas
de la muralla, los dos arcos monumentales del acueducto anunciaban que desde
aquel punto se accedía a la zona suburbana con viviendas de porte desigual,
negocios, tabernas e industrias alternando con viejos edificios funerarios que
habían sido alcanzados por el crecimiento de la ciudad.
La capacidad de público de los edificios para ocio delata
cuáles eran las preferencias Romana. En primer lugar el Circo, con una
capacidad estimada de 30.000 espectadores, el triple de los asistentes al
Anfiteatro y más de seis veces la capacidad del Teatro.
Su enorme amplitud determina que se localice fuera de las
murallas, en terrenos llanos y accesibles, bien comunicados por dos importantes
calzadas localizadas
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Enlaces consultados:
http://www.merida.es/descargas/medioambiente/guia-caminos-del-agua-romana.pdf
https://www.extremadura.com/paginas/acueducto-y-termas-de-san-lazaro-en-merida
https://www.consorciomerida.org/conjunto/monumentos/termassanlazaro
https://es.wikipedia.org/wiki/Acueducto_de_San_L%C3%A1zaro
https://visitarmerida.es/acueducto-de-san-lazaro/
https://www.hoy.es/v/20130517/merida/emerita-tenia-cuatro-acueductos-20130517.html
https://www.guiaarqueologicaciudadespatrimonio.org/merida-itinerario-ii
http://wikimapia.org/10015267/es/Termas-romanas-de-San-L%C3%A1zaro
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